Nada para Callar

15:56 Posted by René Zapata

Y así, con todo y poco que mostrar. Girando en un desmayo de oportunidades e ilusiones fatales. Enfermedad es bien puro de amar. La noche es la prueba de ello. Las estrellas brillan sólo en la oscuridad. No cantaré esta vez a la luz, no acariciaré los pétalos arrogantes del sentir. Ni los papeles son capaces de captar lo que siento, ni los ojos dormidos de leer cada pensamiento. La verborrea de media noche nunca estuvo tan petrificada. Entre cuatro paredes. Soledad. Entre cuatro paredes. Mi cruz.
La palabra es sangre manchando las hojas. Y cada hoja caída de otoño es mi corazón. La belleza no fue hecha para ser besada. La perfección se resguardó en el tacto. Simple, feliz.
No habrá cartas de despecho. No habrá baile cegador. La balada angustiosa del ser piensa en acabar. No amaremos juntos quizás. No morderemos nuestros labios, sedientos de paz. Nuestra piel se tensará con el murmullo del viento, nuestras miradas se cruzarán tal vez. Nuestras lenguas sólo serán ocupadas en el verbo. A estas manos no les importa ceder. La costumbre de lo lontano las enfrió.
Poesía caricaturezca. Risas y humo. Palabra y encanto. Dúos invencibles para rostros gélidos. No escribiré una carta al alma. Sus ojos sólo servirían para gritar desierto y ángeles.