Cuentos Pampinos 3

2:11 Posted by René Zapata

Soy un viajero, un vagabundo. No de esos que andan pidiendo limosnas. Me autonombré vagabundo por mi manera de errar sin rumbo por infinitos lugares.
Esta vez me he encontrado con un místico lugar. Una pampa mágica, soleada y seca como mil desiertos.
Un habitante del cobre me habló horas sobre lo que fue la esperanza de nuestra patria hace años: Las Salitreras.
Emprendí un nuevo viaje, rumbo a Chacabuco. El desierto se extendía sobre mi. El sol calentaba amenazante, y ahí en frente mi destino.
Historias. Amor. Hay vida...hay vida.
Hermosa pampa. Cuna del obrero. Cimientos de la libertad.

Cuentos Pampinos 4

2:11 Posted by René Zapata

Aparece la luz. El cerro se hace presente en mi ventana a traves de su imponente sombra. No quería despertar, esa sería una larga, soleada y calurosa jornada.
El desierto empapado en sol, y yo empapado de desierto. Así es, día a día. Día a día.
Revuelvo mis ropas con ansias de encontrar algo limpio. Luztro mis botas y luego me miro en el espejo. El exeso de sol remarcaba mis años, acentuaban mis arrugas. Arrugas que me dibujaban como un mapa las eternas horas de trabajo. Mis manos obreras, aunque viejas, sabrán continuar. Día a día. Día a día.

Cuentos Pampinos 2

2:10 Posted by René Zapata

Camina, sueña. Piensa, mas no te aflijas. Camina, sólo camina. Siente. ¿Qué se puede sentir con tanto anhelo? Desierto, frenesí de ideas, cielo, vientos y tierra. Paz, que carcome mis huesos. Amor y locura, que me ponen en el desierto junto al mar. Mar que alimenta mis sueños y mis pasiones. Pasión. Tan pasional como mirar las estrellas en el cielo despejado del norte, en su interior, en su corazón, en su alma. Alma de de donde pertenecemos cada uno de los pampinos. Crece, crece como la poca, pero fuerte vegetación nortina. Al final sólo eso queda: Nuestra eterna identidad.

Cuentos Pampinos 1

2:08 Posted by René Zapata

Desierto. El frío se cuela en mis huesos que se estremecen maravillados. El extenso cielo se abre frente a mí, mostrándome sus infinidades de bellezas. No hay nada más hermoso que mirar las estrellas en un cielo nortino. ¿Cómo se podría pestañear ante tan hermosa obra de arte?
Es entonces cuando siento que el espíritu de mi pampa se apodera de mi ser. Ya no soy humano, no soy carne. Me transformo en viento, que acaricia el desierto durante su luminoso día, y su fría noche.
Cuando despierte, no será igual. Ahora soy uno con mi tierra.

Mil besos y un sueño.

1:45 Posted by René Zapata

La deseaba. De verdad la deseaba. Mi imaginación inventó texturas, aromas, sonidos. Y su imagen revivía cada noche, cuando el mundo al que llamamos "real" se confunde con el mundo de los sueños. Ahí es cuando la podía ver claramente, sin la interferencia de la distancia. Me sonreía, me hablaba y me besaba. La pasión humedecía nuestros cuerpos, los ojos lloraban con el calor de nuestro sentir. El deseo. Mis manos recorren tu onírico cuerpo. Cada centímetro de ti es letal para mi cordura. La locura. Tu lengua juguetea con la mía. Nuestra saliva carga con nuestro placer. Tu mirada golpea repentinamente la mía. Ardemos en nuestro abrazo, danzando como el fuego el cólera de amor. Tu boca besa lo que nuestras mentes deliran. Deliramos más amor y nos cobijamos en su expresión. El latido de nuestros corazones marcan los acordes de nuestros suspiros. Corazones desesperados por salir de su prisión y encontrarse, encontrarse al fin donde nuestras almas yacen dormidas, extasiadas de eternidad. Desearía no despertar.