El Fin

2:30 Posted by René Zapata

Hoy. Sentado en mi espera, me pareció locura hablar de amor. La hora media del día acabó junto a los mares de eterna sinfonía. Nada más importaba. Solo en mi soledad cantando miserias de un país olvidado. Tanta inspiración y tan poco romance. Tanto amor y tan poca realidad. Hoy, pensando en pensar, pensé locura, me pareció locura hablar de amor. En la fría mañana del ayer te escribí. Tanta inspiración derrochada. Versos. Prosas. Poemas del más potente acontecer. Hoy no preciso más que las olas, el mar. El silencio acabará enmudeciendo mis manos nostálgicas. No hay sentimientos sin escribir, ni pensamientos inteligentes en las mentes enamoradas. Al menos no en la mía.
La mentira planea su última jugada. Creer se siente tan bien. El sabor de las palabras dañan los ojos infantiles. El espejo no engaña. Y arde en la lengua el último sentir. El quehacer de los corazones en la monotonía del despertar me suplicó otra vez. Intentar escapar y permanecer. Ser.
Nada más importaba. Nada más que hacer. Nada que gritar. Nada que escuchar. Nada en mis ojos. Nada en los tuyos. La sonrisa yace extasiada en los labios insanos. Mil palabras, una herida. Una palabra. Mil heridas. Es a mí, es a ti respectivamente.
Las puertas de mis brazos, encandiladas del ser. Manchadas de paz, oxidadas de amar. La paciencia es bien de las máquinas. El frío es a mi fuego. El despertar estrangula mi pecho. Ya no duele. El despertar. Nada más importaba. Yo y mi soledad. Sentado en mi espera. Los brazos medio extendidos. Mi corazón despertando. Mi alma volando. Mis manos gritando por última vez los poemas incendiarios. El despertar y su despedida, el fuego, las almas. Las voces, tu voz. La muerte y el amor. La despedida.

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